Piedras de construcción: Tipos y usos

Desde la antigüedad, la piedra ha sido utilizada como material de construcción. Su dureza y por supuesto resistencia ha permitido que los profesionales sigan valiéndose de este elemento, incluso en nuestros días. Por supuesto, no se trata de cualquier piedra. Esta debe ser extraída y trabajada hasta lograr que este sea ideal para construir una edificación. Gracias a sus características, la piedra ofrece garantías de una construcción firme y con una vida útil larga.

Si comparamos la piedra con otros materiales de construcción como el adobe y la madera, esta tiene muchas más ventajas. Por ejemplo, no requiere de tanto mantenimiento y aun así su vida útil es mayor. Aunado a esto, la piedra tiene cualidades de aislante térmico. Por eso, es ideal para controlar la temperatura en el interior de una vivienda. No es de extrañar que cada vez más proyectos de construcción tengan en cuenta este material como el prioritario en una edificación.

El uso de la piedra depende del tipo

Para poder elegir un tipo de piedra, el profesional debe conocer las características de cada una, y lo que las diferencias entre cada una para determinar así cuál es la que se necesita para la construcción. Esto está relacionado con el material y el proceso que tuvieron para convertirse en elemento de construcción.

Aunque comúnmente son llamadas piedras, no es lo mismo un mineral que la roca ya que tienen destinos distintos. En el caso del mineral, este viene siendo una sustancia homogénea químicamente. Mientras tanto, la roca se crea de la combinación de varios minerales. Entonces, ¿cuál es la que se usa para construir grandes edificaciones en la ciudad? Todo dependerá del origen y su formación.

Rocas magmáticas o ígneas

Este tipo de rocas se encuentran en el interior de la tierra, específicamente nace del magma. Cuando este se enfría o asciende a la superficie de la tierra nacen las rocas ígneas. Las rocas magmáticas o ígneas más conocidas son el granito y la diorita. Vale mencionar que estas son bastante parecidas, y ambas se usan para elementos de interior.

Otro ejemplo de rocas ígneas es el basalto. Por lo general, este tipo de roca las encontrarnos en las vías de los trenes. Se usan para este tipo de construcciones civiles debido a su resistencia y durabilidad. No obstante, son muchos los usos que se les dan a este tipo de rocas en la construcción, a saber:

Granito

Este tipo de piedra se encuentra de forma abundante y tiene una gran firmeza. Por eso, es uno de los más usados en la construcción. Es un elemento idóneo para fabricar superficies, chimeneas, baños, superficies de cocina y más.

Basalto

Tiene una gran dureza a pesar de ser un grano fino. Por sus características es usado generalmente para hacer peldaños, pavimentos o adoquines, cimientos y cualquier obra de ingeniería.

Pumita

Otro nombre con el que se le conoce es piedra pómez. No solo se usa para la construcción, pero en este ámbito es bastante útil para realizar una mezcla de cemento y hormigón ligero. También se usa como roca ornamental.

Dorita

Gracias a la Dorita se obtiene más dureza en construcción de vías. Por eso, es uno de los materiales preferidos para las obras civiles.

Rocas sedimentarias

Las rocas sedimentarias se conforman de otras rocas (de allí su nombre). A través de la acumulación y gracias a un proceso de erosión, transporte y sedimentación de otras rocas, nacen las rocas sedimentarias. Por supuesto, debe ser sometida a un proceso tanto químico como físico para que se conviertan en materiales consolidados, útiles para la construcción. las rocas sedimentarias más comunes en la construcción son:

  • Laja: usada para construir pisos, fachadas y chimeneas.
  • Caliza: útil para fabricar monumentos y muros.
  • Travertino: perfecto para hacer suelos, fachada y mobiliario. De manera que es útil tanto para el interior como para el exterior.

Rocas metamórficas

Como el nombre bien lo indica, se trata de rocas que cambiaron su forma. Por ejemplo, cuando una roca ígnea o sedimentaria es sometida a altas temperaturas o presión, este proceso genera un cambio en sus minerales, y en consecuencia en la forma y arreglo de los granos. Todo este cambio da lugar a un nuevo tipo de piedra, las metamórficas.

En la construcción, las rocas metamórficas más populares son el mármol y la pizarra. En el caso del mármol, este es utilizado para aplicar sobre zonas duras. Su objetivo es brindar resistencia ante las inclemencias del tiempo. Por eso, son usadas con regularidad para fabricar fuentes, esculturas, suelos, fachadas y encimeras de cocina.

Mientras tanto, la pizarra se usa para recubrimiento en el interior o exterior, así como para la mampostería. Además de resistente, este tipo de rocas ofrece un excelente diseño que mejora la apariencia de la construcción.

¿Por qué usar piedras para las obras de construcción?

Las piedras tienen muchas cualidades que aportan puntos positivos en una construcción. No solo se trata de resistencia y dureza; una piedra también puede añadir una excelente apariencia, alta absorción, porosidad, densidad y conductividad térmica. Cada tipo de piedra cuenta con excelentes características que mejoran significativamente la construcción. Pero, ¿Cuál es la mejor?

Lo cierto es que no hay un tipo de piedra perfecta para las construcciones. Más bien, todo se trata de elegir la que mejor le convenga al dueño de la edificación. Un profesional sabe distinguir el tipo de piedra y la utilidad que tiene para la construcción que se va a realizar. Es así como no siempre se usará el mismo tipo de piedra, y no necesariamente la vivienda requerirá de todas las rocas para la construcción.

Por lo general se tiene muy en cuenta la resistencia de la piedra. Gracias a esta se evita la desintegración de los muros con el pasar del tiempo. Sin embargo, también hay que considerar los minerales que la componen pues esto repercute en el tiempo de enfriamiento y la forma estructural de la piedra.

Aunado a esto, el especialista considera el color y la textura de la piedra. De esa forma, se determina si es una piedra para exteriores o bien sirve para crear un mobiliario. Considerar cada una de las características de las piedras permitirá al especialista tomar una buena decisión, y así lograr que su obra cumpla con las necesidades y expectativas del dueño de la edificación.

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