Son pocas las personas que han oído hablar del fibrocemento, pero los expertos en construcción pueden constatar que es uno de los mejores materiales para recubrir el exterior de un edificio. A continuación, te ayudamos a conocer si este es el material que necesitas para tu obra en construcción.
¿Qué es el Fibrocemento?
Comúnmente este material es conocido como uralita, aunque también se le puede llamar internit o asbestocemento. Como su mismo nombre lo indica, es un material fabricado con fibras de refuerzo y cemento. De allí que tenga una gran resistencia.
Aun cuando este material ya se utilizaba para los años 90, su popularidad fue creciendo en estos últimos años. Es un elemento con facilidad de corte y perforación; sin mencionar que ofrece impermeabilidad y es mucho más económico que otros materiales con estas mismas características.
¿Por qué es tan útil para recubrir el exterior de un edificio? Este material tiene una gran resistencia a los efectos atmosféricos. Por cuanto, tiene una gran durabilidad que te permitirá ahorrar en su mantenimiento. Sin mencionar que de por sí, el costo de este es mucho más bajo que otro tipo de materiales.
Fibrocemento y el amianto
El amianto o asbesto es un compuesto frecuentemente utilizado para crear el fibracemento. Las fibras flexibles y suaves del amianto ofrecen a este material una gran resistencia a la combustión. Por lo tanto, es una excelente opción para revestimiento y fabricación de tejidos resistentes al calor y el fuego.
Este material resulta menos costoso que otros materiales como la lámina de acero, (incluso la de menos calibre) que se utiliza con frecuencia en cubiertas para proteger la edificación de la lluvia o el sol. Ahora bien, actualmente este material no está siendo utilizado en España debido a prohibiciones de ley establecida hace unos cuantos años.
Hasta el 2002, este tipo de material era utilizado con mucha frecuencia en las edificaciones en España. Sin embargo, luego de ese año fue prohibido el uso y comercialización de este material por ser un potencial factor carcinógeno al inhalarse.
Aun cuando la prohibición de utilizar el amianto como elemento de fabricación, la demolición y reformas de las edificaciones construidas con este material no se dio hasta 2006. Es cierto que no es friable cuando se manipula en óptimas condiciones. No obstante, hay un riesgo más alto por abrasión, perforación o corte. Además, también supone un factor negativo para la salud cuando envejece o ante un impacto químico.
Fibrocemento sin amianto
¿Será entonces la alternativa correcta el fibrocemento sin amianto? Pues actualmente es uno de los materiales más utilizados en la construcción, sobre todo para hacer revestimientos en fachadas y paredes. El objetivo es proteger las edificaciones de las inclemencias del clima o bien de la humedad.
Si se compara con otros materiales, este posee las mismas características pero a un precio mucho más bajo. Sin mencionar que no supone ningún riesgo para los trabajadores de la construcción o quienes habiten el hogar. Y es que este se fabrica con otros materiales de fibra, obteniendo los mismos resultados que con el amianto.
Ahora bien, el fibrocemento sin amianto no solo se utiliza para la protección y aislamiento de edificios. También es factible utilizarlos para revestir chimeneas, piscinas, depósitos de almacenamiento o sencillamente, el suelo de tu casa.
Esta es una forma de fabricar una casa de gran apariencia y excelentes fundamentos. Por tanto, no dudes en utilizarlo en la fachada, paredes, cubiertas y tejados. Y es que no se corroe ni tampoco se decolora o deforma con el pasar del tiempo. Así que también ahorras dinero en mantenimiento.
Fibrocemento para fachadas
Una vez que has elegido el tipo de fibrocemento ideal para tu casa, es hora de saber cuál es la mejor forma de colocarlo y dónde se ve mejor. Sin duda la fachada es uno de las zonas donde debe ir aplicado el fibrocemento, no solo por su belleza sino también por la protección que brinda al exterior contra el clima y la humedad.
Si buscas un material con una relación precio- calidad, sin duda el fibrocemento es la opción que debes elegir. Y es que no importa si estás en la costa o en una zona con mucha altitud, el rendimiento de este material seguirá siendo el mismo.
Lo bueno del fibrocemento sin amianto es que las láminas que se crean con este material cumplen con los estándares ecológicos. Por supuesto, también siguen los reglamentos de no contener ni una fibra de amianto. Por lo que estarás seguro de tener en casa un material 100% seguro.
Para quien instala este tipo de material supone una manipulación fácil, tal como si se tratara de una madera. De hecho, en muchos casos se utilizan las mismas herramientas en vista de lo rápido y sencillo de su instalación. Contratando al profesional indicado no tendrás que preocuparte de esto, pues te ofrece el mejor servicio, siguiendo los parámetros legales para la protección de la salud y prevención de desastres.
Fibrocemento imitación a madera
No hay que temer que al aplicar fibrocemento en casa no obtendrás una apariencia hermosa en tus paredes. Ahora es posible comprar fibrocemento sin amianto muy parecido a la madera. En esencia es como si tuvieras en tu casa una decoración hecha de madera pero sin sufrir las consecuencias del duro mantenimiento que este material amerita.
La instalación de este tipo de fibrocemento es muy sencilla. No supone derrumbes y tampoco un gran trabajo para el experto. Y es que no importa que tan grande sea tu proyecto, los especialistas en revestimiento con fibrocemento están preparados para brindarte un trabajo pulcro y económico.
A diferencia de la madera, el fibrocemento tiene una gran durabilidad. En tal sentido, con este material puedes tener una garantía de 50 años de producto intacto, aunque es probable que tengas que pintarlo luego de 10 años. Aun así, este tipo de mantenimiento no se compara con el que tendrás que hacerle a la madera original.
Entonces, con el fibrocemente sin amianto imitación de madera puedes tener un material resistente, durable pero sobre todo de hermosa apariencia para revestir tu casa y tu vida.