Certificado energético de viviendas

En términos de compra y venta de inmuebles, los propietarios deben contar con una serie de requisitos para proceder con ello. Hay un documento legal muy importante que no debe pasarse por alto, llamado Certificado Energético. Este aportará información valiosa para los compradores o arrendatarios. Para obtener el certificado, el inmueble debe cumplir con ciertos requisitos, te mostramos todo lo que necesitas saber sobre este documento.

¿Qué es un certificado energético?

El Certificado Energético De Viviendas es un documento legal que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo exige a los propietarios de inmuebles cuando desean colocar estos en arriendo o venta. Es netamente responsabilidad del propietario tramitar este documento.

Este documento contiene valiosa información detallada sobre el consumo de energía y la emisión de dióxido de carbono (CO2) en la propiedad. De esta forma, el comprador o arrendatario conoce y evalúa la eficiencia en energía que posee el inmueble que desea. Así, antes de comprar o arrendar podrá estimar el costo de inversión.

Este certificado es elaborado por expertos, como un técnico, un arquitecto o un ingeniero. Se redactará tomando en cuenta el consumo de energía que cada inmueble necesita a lo largo de  un año en circunstancias normales. Tiene una validez de 10 años desde que es emitido y el propietario debe renovarlo respectivamente.

El certificado energético contendrá un resumen de la eficiencia en la llamada etiqueta energética, que la califica con colores y letras que van desde la letra “A” hasta la “G”, según sea el cálculo de la eficiencia energética. Y debe reflejarse en los anuncios publicitarios o facilitarlos a la agencia inmobiliaria.

¿Qué contiene la etiqueta energética?

La etiqueta energética es una calificación de la eficiencia energética del inmueble que se representa con colores y letras y se refleja en el certificado. Siendo la “A” la posición más alta y reflejando una mejor eficiencia de consumo y la “G” la posición más baja demostrando menor eficiencia de consumo. Estas etiquetas se representan así:

  • “A” se refiere a una mayor eficiencia energética y le pintan de color verde oscuro; denota un mayor costo de inversión.
  • “B” es de un color verde más claro y sigue estando en un alto rango de eficiencia energética.
  • “C” tiene un color verde amarillento e indica una menor eficiencia energética con respecto a las anteriores.
  • “D” indica una eficiencia de condición normal, representada por el color amarillo. Tanto “C” como “D” son inmuebles que no tienen un alto costo de inversión.
  • “E” muestra que el inmueble tiene poca eficiencia y está pintado de color naranja claro; este es el actual estándar de construcción.
  • “F” revela que tiene una muy baja eficiencia puesto que es el penúltimo de la lista; compuesto por el color naranja.
  • “G” revela que no existe eficiencia energética en absoluto en el inmueble; le representa el color rojo.

¿Por qué es obligatorio gestionar el certificado?

Es un documento obligatorio desde el 1ero de Junio de 2013, según el real decreto 235/2013, de 5 de abril. Sumamente necesario disponer de este para la venta o alquiler de viviendas. De hecho, debe registrarse oportunamente en la comunidad correspondiente en el organismo de competencia.

Si el propietario no cuenta con dicho certificado vigente, antes de proceder al arriendo o a la venta del mismo, obtendrá una multa. Según la ley decretada 8/2013 del 26 de junio el no cumplir con este requisito exigido por el ministerio puede acarrear multas desde los 300 Euros hasta los 6.000 Euros, según se catalogue la falta entre leve, grave o muy grave.

Excepciones del certificado energético

Existen algunos casos en los que no se requiere el certificado de eficiencia energética. Por ejemplo, los edificios históricos y monumentos religiosos, no necesitan este certificado por ser parte de un entorno declarado de valor arquitectónico o histórico.

Se incluyen en las excepciones las edificaciones del sector agrícola o industrial, inmuebles demolidos, construcción provisional con menos de dos años de fabricación o que el lugar tenga una superficie total o inferior a 50 metros cuadrados.

También son exentas las viviendas que no se arrienden durante más de 16 semanas al año, que tenga un consumo energético menor al 25% al año. Por supuesto, el propietario debe dejar constancia de esto a través de una declaración oficial.

Si la propiedad no cumple con ninguno de estas características, será necesario que emita un certificado de eficiencia energética oportunamente, para poder realizar las actividades que desea con respecto al inmueble.

¿Cuánto cuesta el certificado energético?

No hay un precio predeterminado de este certificado. Cada técnico especialista y su empresa emitirán el presupuesto acorde al proceso de emisión del certificado. Los precios varían dependiendo de todo el trabajo que haya que hacer, la ubicación, tipo de inmueble y la superficie en metros cuadrados.

En el costo se incluirá los extras por el registro ante el organismo competente, una tarea que por lo general hace el mismo técnico. También, se toma en cuenta los detalles que incluyen el certificado, la minuciosidad, y el número de recomendaciones expuestas.

Para esto, INCOBER ofrece sus servicios de calidad a precios accesibles otorgando un presupuesto previo acorde a las necesidades de sus clientes. También, cuentan con un apartado de consultas sin compromiso y atención gratuita.

¿Cómo obtener el certificado energético?

En primer lugar, se debe buscar un certificador especialista autorizado, como los ingenieros de INCOBER; estos visitarán el inmueble y tomarán datos de rendimiento energético. Por lo general se usa un plano del inmueble y se verifican las fachadas y cerramientos así como la calefacción y la climatización, entre otros aspectos.

Estos datos van a un programa digital que arrojará el nivel de eficiencia energética del inmueble. Con esto, el técnico evaluador emitirá un documento que certifica la eficiencia. También se reflejará en este las recomendaciones para mejorar la etiqueta energética. En segundo lugar, debe registrarse el certificado ante el organismo oficial competente de la comunidad donde está ubicada la vivienda. Dicho organismo verificará el documento y le dará validez al emitir la etiqueta energética. Generalmente, este proceso lo hacen los mismos técnicos certificadores, haciendo el proceso más agradable al propietario del inmueble.

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